Fue un viernes como hoy, hace exactamente 15 días cuando llegamos a la capital de Austria. Viena, la ciudad con la que había soñado conocer durante 18 años, estaba frente a mis ojos. Y como si estuviera escrito en mi destino conocerla, cambio mi vida para siempre.
Viena es la capital de Austria, durante milenios fue el centro del imperio Austro-Hungaro. Uno de los más grandes y poderosos de la historia de la humanidad. La ciudad ha sobrevivido en el tiempo, conservando la esencia y caracter, atraves del tiempo.
Ahora yo estaba alli en Viena. Era una calida tarde de primavera, el reloj marcaba las 7 p.m. El viernes familias y amigos se reunian al rededor de una pequeña plaza, donde los niños corren. Mientras el sol se despide cerca de las 8 p.m. dando sus ultimos rayos que iluminan la ventana, desde donde una anciana observa la dinamica de la ciudad, que integra personas de diferente edad, raza y religión.
Lo que se senti cuando llegue a la estacion de trenes de Viena desde Budapest, fue lo más parecido seria a un primer beso. Ese beso con el que se sueña durante semanas y finalmente se convierte en realidad.
Muchos cuestionaban por que visitar Viena, algunos decían que era aburrida, prepotente, linda pero sin gracia. La verdad, toda la ruta de nuestro viaje fue pensanda en una solo ciudad; Viena.
Tengo la costumbre de definir las ciudades como al as mujeres. Budapest es como esa mujer que la han roto en mil pedazos muchas veces, pero sus heridas la hacen más bella. Estambul, es una mujer de edad avanzada que tiene mucho por contar y enseñar. Viena para mi, es esa mujer diferente, mágica, pero “intelectual y aburrida” para los que se conforman con lo facil.
Viena, para mi es como una mujer que sabe lo que quiere, cuando lo quiere y como lo quiere. No necesita impresionar a nadie para mostrar lo que vale y es ella. Es como un buen vino, libro o una buena canción, un placer disponible para todos, pero que muy pocos llegan a disfrutar.
Trosky, Hittler and now Vivi… in Cafe Central
Una foto publicada por Viviana Cardozo (@vivacardozo) el
Me enamore de Viena, no como me enamore de LA, es es un amor adolescente, como cuando uno se enamora de la belleza de alguien exterior, pero al final descubres que todo es una fachada. Mi amor por Viena fue amor verdadero, el amor de mi vida, caminar por sus calles, su comida, su cerveza, sus desayunos con Prosseco y sus cafés servidos siempre con agua y un chocolate.
Viena me recordó quien era, donde estaba y para donde iba. Me sacudió y me cuestiono sobre lo que estaba haciendo con mi vida. De manera descarada me cuestiono mi enamoramiento por LA y si de verdad eso era en lo que me había convertido.
Viena me transformo, en mi esencia más profunda. Solo una ciudad me ha causado un efecto parecido. Puerto Nariño en el Amazonas.
Viena me recuerda mucho las historias de amor, cuando dices que estas destino a conocer al amor de tu vida. Cuando cruzas tus ojos con la persona que esta destinada para ti te reconoces de vías anteriores y sabes que ya no necesitaras a nadie más en el mundo. Eso fue lo que hizo sentir Viena, me miro a los ojos y me hizo sentir que había llegado al lugar que había buscado durante toda mi vida.
Viena
Te amo Viena, Billy Joel tenia razón cuando escribió “Vienna” esperabas por mi y yo esperaba por ti. Nos encontramos, nos separamos; pero estoy segura que nos veremos de nuevo.
Te amo porque no eres la ciudad que todos quieren conocer, te amo porque solo pocos llegan a descubrir tu valor, te amo por ser tu, tan única, tan sorprendente…
Gracias por enseñarme tanto y permitirme pasar los mejores días de mi vida, por tu hermosa primavera, tu música, tu opera, tu ballet, tu todo!
Te amo, te extraño y no veo la hora de verte de nuevo.
Deja una respuesta